Pautas generales durante la navegación

Desde el momento en que se largan las amarras, el patrón es el responsable de la seguridad a bordo de su embarcación. No debe dudar en imponer su autoridad. Debe adoptar una actitud de calma responsable en todas las circunstancias para infundir confianza entre la tripulación e invitados. Mantenga un rumbo y velocidad ajustados a las circunstancias de viento y oleaje, velando por la comodidad y la seguridad de todos. La navegación de recreo es una actividad placentera, no una competición ni un sufrimiento.

Peligro de abordaje y colisión

Durante la navegación debe tenerse en cuenta que hay que VER Y ESCUCHAR. SER VISTO Y SER ESCUCHADO. Hay que mantener una constante vigilancia visual y apoyada por los medios técnicos que se disponga, tales como radar y AIS, de las aguas en su entorno y debe respetarse el "Reglamento Internacional para prevenir los abordajes en la mar", especialmente en los accesos a los puertos y en las proximidades de la costa.

La colisión con un objeto flotante entre dos aguas (troncos, contenedores, cetáceos) no se puede prever, especialmente de noche, y puede desembocar en una peligrosa vía de agua, un vuelco o severos traumatismos. No existen recomendaciones para evitar este tipo de abordaje.

SI OBSERVA UN OBJETO A LA DERIVA QUE PUEDE PONER EN PELIGRO LA NAVEGACIÓN, AVISE DE INMEDIATO A SALVAMENTO MARÍTIMO, siguiendo las pautas debidas de comunicaciones (SECURITÉ....SECURITÉ....SECURITÉ....).

EL ABORDAJE CON UN BUQUE COMERCIAL O DE PESCA DE GRAN TONELAJE ES EXTREMADAMENTE PELIGROSO. DEBE EVITARSE A TODA COSTA Y SIN ESPERAR A QUE EL OTRO MANIOBRE, AUNQUE ESTEMOS EN NUESTRO DERECHO.

Qué hacer

  • Repase y memorice el Reglamento Internacional de Abordajes
  • Hacer todo lo posible para ver (lluvia, rociones,atardecer)
  • Hacer todo lo posible para ser visto o escuchado
  • Calcular por estima el rumbo y velocidad de un buque grande, controlar las marcaciones y distancias
  • Vigilar los ángulos muertos de visión (foque, spinaker)
  • Mantener siempre a una persona en el puente y/o al timón
  • Si navega a vela, desconfiar en que respetarán su preferencia
  • Si navega en embarcación a motor, respetar la preferencia del velero
  • Si es preciso, en un velero, arrancar el motor para evitar un abordaje
  • Encender las luces de navegación desde el atardecer
  • Usar el VHF para alertar al buque que nos puede abordar
  • Izar un reflector de radar lo más elevado posible. Preferentemente, los reflectores deberían ser "activos", del tipo RTE (Radar Target Enhancer). La respuesta de estos aparatos a una señal de radar es más fuerte y consistente. Además, tienen bajo consumo y precio razonable
Que no hacer
  • Creer que hemos sido vistos o escuchados
  • Pensar que un gran buque puede maniobrar o detenerse rápidamente.
  • Confiar en que todo el mundo respeta el Reglamento.
  • Subestimar la velocidad de un buque grande.
  • Navegar por un DST (Dispositivo de Separación de Tráfico) o en Canales sin tomar todas las precauciones para respetar a los grandes buques.
  • Ponga toda su atención en los DST del Estrecho de Gibraltar, Cabo de Gata, Finisterre e Islas Canarias.
  • Si navega cerca de la costa, vigile la presencia de las boyas rojas o anaranjadas, que señalan la presencia de un pescador submarino, y a las embarcaciones que muestran la bandera "A" del Código Internacional de Señales indicando la presencia de submarinistas. Deje un resguardo mínimo de 25 metros en torno a la señalización. Vigile con cuidado a windsurfistas, motos de agua, artes de pesca fondeados y señalizados con boyas (riesgo de enganches en la hélice o timón), y a embarcaciones de pesca con navegación restringida.
Anuncio de mal tiempo
  • En condiciones normales, y tras haber consultado los Boletines Meteorológicos, no debería verse sorprendido por el mal tiempo en plena navegación, salvo en el caso de largas travesías
  • Prepare la embarcación para soportar el mal tiempo, trincando todo lo que puede moverse y despejando la embarcación de objetos sueltos. Compruebe que las escotillas y tambuchos están perfectamente cerrados, especialmente los de proa
  • Obligue a todos a abrigarse más y ponerse el chaleco salvavidas
  • Mantenga en cubierta el imprescindible número de personas, alojando al resto en el interior de la cabina y sentados. Haga uso de los arneses (si los lleva)
  • Ajuste la velocidad y el rumbo a las circunstancias de la mar y viento
  • Avise a todos, con antelación, de la llegada de olas más grandes y de los cambios de rumbo y velocidad
  • Para moverse en cubierta, incline el cuerpo hacia el interior de la embarcación, siempre asido a un punto resistente y desconfiando de los candeleros. No dude en avanzar a cuatro patas
  • El abordaje con otra embarcación puede ser fácilmente evitado si se mantiene una vigilancia correcta y se respeta el Reglamento

Charlas de seguridad -publicada originalmente por Juanitu en la Taberna del Puerto y con modificaciones

La charla de seguridad es obligatoria para nuevos tripulantes, y recomendada para quienes no navegan habitualmente en el barco donde se da esta charla. El tiempo dedicado a ella depende del tipo de tripulación, tiempo de travesía, estado de la mar, grado de compromiso... etc. El patrón decidirá qué decir y qué obviar. Se pueden plantear cuatro cosas básicas antes de zarpar, y cuando el barco está en situación de navegación estable, dedicar una segunda parte a cosas más avanzadas. 

Conducta a bordo

Un barco no es un juguete. Cosas que en casa no tienen peligro, aquí sí lo tienen, como subirse a los cables, caminar descalzo o caminar completamente de pie sin agarrarse con ambas manos a algo. Como normas generales, hay que procurar:

  • Preguntar antes de hacer. No hacer lo que no se sabe
  • Asegurarse de que hemos entendido bien una instrucción
  • Preguntar en cuanto algo no se comprenda. No callarse
  • No desplazarse por el barco sin avisar de las intenciones
  • Hablar claro y alto. Confirmar de forma clara que se ha comprendido una instrucción o una pregunta
  • Equipaje y utensilios bien estibados, atados, cremalleras cerradas

Todos somos pilotos

  • Todos estamos alerta a todo: barcos y objetos en el horizonte, boyas, peligros, luces...
  • Todos estamos atentos a ruidos extraños, vibraciones, comportamiento raro del barco...
  • Todos tienen que saber ANULAR PILOTO AUTOMÁTICO y ENCENDER EL MOTOR
  • Manejo del barco similar a un coche. AVANTE, DECELERAR y ATRÁS
  • En velero, todos tienen que saber ZAFAR ESCOTAS, ENROLLAR GÉNOVA y/o ARRIAR

Uso de la radio para emergencias y radiobaliza

  • Conocer la LOCALIZACIÓN DE LA FICHA DE LA RADIO VHF y ver LOS DATOS DEL BARCO
  • Saber PONER VHF EN CANAL 16, y saber CONECTAR GPS y LEER POSICIÓN
  • Saber EMITIR y RECIBIR mensajes por la radio.
  • Saber utilizar la emisora portátil VHF de a bordo.
  • Saber CONECTAR LA RADIOBALIZA.
  • Saber pulsar correctamente el botón DISTRESS sin elección de emergencia (uso básico)

Conducta en caso de indisposición del patrón

Patrón inconsciente:

  • Mantener la calma + estabilizar el barco + frenar el barco reduciendo vela o motor
  • Garantizar que el inconsciente respire (RCP)
  • Decidir si se regresa a puerto o se da aviso por radio (PANPAN, PANPAN, PANPAN)
  • Actuar según circunstancias aconsejen, con calma.

Patrón MOB (Hombre al agua):

  • Calma + lanzar rosco por la popa + gritar ¡HOMBRE AL AGUA!
  • Bajar al GPS y pulsar el botón MOB + encender el motor (en punto muerto).
  • Virar el barco hacia el hombre al agua + aproximación a motor + velas flameando (zafar escotas).
  • Preparar rosco, amarra o eslinga si no ha alcanzado el rosco.
  • En caso de no aparecer en menos de 1 minuto, dar aviso por radio (MAYDAY MAYDAY MAYDAY)

Incendio a bordo

  • Conocer existencia y localización de extintores, y manómetro en verde.
  • Conocer el uso técnico del extintor (precinto, pasador, pulsador, dirección de tobera)
  • Conocer el orificio de extinción de fuego en compartimiento del motor.
  • Conocer existencia y localización de balde contra incendios.
  • Trabajo en equipo y prioridades: extintor, balde, radio, abandono preparado.

Balsa salvavidas y bolsa de abandono

  • Hay una ficha completa sobre la BALSA SALVAVIDAS y su lanzamiento
  • Hay una ficha completa sobre la BOLSA DE ABANDONO y su uso.
  • Quitar la funda y cinchas a la balsa + arrastrarla a popa por sotavento
  • Amarrar la balsa al barco, con doble o triple nudo fuerte
  • Meterse una navaja en el bolsillo + coger la bolsa de abandono (lleva navaja)
  • Tirar de la eslinga de la balsa para que se infle y esperar (tarda bastante).
  • Subir a la balsa con la bolsa de abandono, RADIOBALIZA y emisora portátil VHF al menos
  • Cortar la línea que nos une al barco sólo si éste se hunde
  • La bolsa de abandono contiene lo necesario para una primera asistencia, al menos:
    • Emisora portátil VHF estanco con batería repuesto + RADIOBALIZA
    • Botellas de agua + Comida energética
    • Bengalas y botes de humo + silbato + linterna estanca
    • Espejo de señales + cometa para hacernos ver
    • ... consultar ficha sobre bolsa de abandono

Linea de vida, chalecos y arneses

  • Cuando el patrón disponga, se colocará la línea de vida y se obligará a la tripulación a llevar arnés y/o chalecos
  • Conocer cómo se coloca un arnés y/o chaleco (y dónde se estiban)
  • Conocer cómo amarrarse a línea de vida y comportamiento respecto a la seguridad
  • Importancia de atarse a línea de vida antes de incorporarse a la bañera

El motor

  • Cómo encender y apagar el motor
  • Cómo anular el piloto automático si está puesto
  • Cómo virar y mantener rumbo (2.000 rpm máximo)
  • Dónde está el estrangulador de suministro de gasoil al motor
  • Dónde están los extintores y el orificio de extinción del motor
  • Cortar baterías y localización de batería de emergencia
  • Nunca abrir caja de motor con motor en marcha
  • Nunca pelo largo suelto, corbatas o cabitos de ropa al mirar motor, pueden ser atrapados por elementos móviles del motor
  • Del escape deben salir escopetazos de agua del circuito de refrigeración
  • El humo del escape debe ser transparente

Actitudes preventivas

  • No fumar dentro del barco ni cerca de combustible o motor auxiliar
  • No correr descalzo por la borda
  • No cocinar dentro de la cabina sin tomar precauciones y prevenir el bamboleo de líquidos
  • No dejar el hornillo sin atender
  • No lanzarse al agua por la borda, ni empujar a otras personas, salvo bajo vigilancia y barco parado. Hay riesgo de no poder subir de nuevo a bordo, hay riesgo de corrientes y ser arrastrado por ellas, podemos llevarnos algún disgusto si hay medusas, etc
  • No embarcar productos inflamables (algunos desodorantes, disolventes, etc...)
  • Preguntar ante cualquier duda
  • Advertir de cualquier incidencia, ruido desconocido, olor, testigos luminosos....
  • Revisar regularmente sentinas y fondos de armarios (estanqueidad)
  • Mantener orden en el equipaje y la dotación del barco. No utilizar asientos como almacén
  • Mantener los camarotes en orden de revista. No descolocar la dotación del barco

Hombre al agua (MOB) Tomado de la web Fondear con algunas modificaciones

En todos los procedimientos y equipos aparecerá esta situación como MOB en sus siglas en inglés (Man Over Board). La caida del patrón o de uno de los tripulantes al agua puede convertirse en el peor de los horrores y por tanto nunca está de más repasar y conocer todos los detalles y acciones a seguir, tanto en caso de ocurrir cómo para evitarlo. En otras emergencias, toda la tripulación ayuda a solventar el problema, pero cuando falta alguien perdido en el mar… la angustia es tremenda.

Alguien caído al agua se convierte en un puntito que rápidamente desaparecerá en la inmensidad del mar. Es fácil subestimar la gravedad del hombre al agua, y para que se convenza, lo mejor es hacer un experimento, en un día normal y estando alejados de costa tirar por la borda una pequeña defensa del tamaño de la cabeza de un hombre. Comprobaremos con que rapidez se alejará de nuestra popa y al cabo de escasos minutos será imposible verla.
De media, y en situaciones de pérdidas por hombre al agua, las estadísticas no mienten; ¡la mitad de los casos acaban en tragedia! Si además hay muy mala mar, lo peor es muy probable que ocurra.

Si ha tenido la oportunidad de navegar en un velero con verdadero mal tiempo, por ejemplo con fuerza 6 o 7 la situación se entiende de inmediato. No hace falta estar inmersos en mitad de un terrible temporal para entender que esta situación es crítica y sumamente grave. Cuando navegue con mar formada, no deje de imaginar lo que ocurriría si cae al agua alguien de su tripulación. Aunque no pierda de vista al compañero, lo cual es muy complicado en mares grandes con olas de 2 metros, no resulta nada evidente conseguir dar la vuelta y recuperar al tripulante. Si este se encuentra inconsciente o helado por la hipotermia… Poco queda que contar.

Ya sabemos que de inmediato debemos tirar un salvavidas, y no sólo para que el hombre se pueda agarrar al él. Se trata sobre todo de aumentar la visibilidad del punto a buscar cuando demos la vuelta. Pero cuidado ya que con viento fuerte y si el hombre al agua no consigue recuperar el salvavidas, el salvavidas derivará por el viento a una velocidad muchísimo mayor a la del náufrago. De modo que, o lanza una percha IOR o un salvavidas con paracaídas de frenado, o busque directamente al naufrago. La tragedia ocurre incluso con profesionales y navegantes de prestigio y la talla de Eric Tabarly. Eric murió hace sólo unos años al caer al agua en las costas del norte de Francia.

No es un caso aislado. Algunas veces por imprudencia, otras por exceso de confianza en sí mismo. En algunas ocasiones al bajar la guardia tras luchar horas y horas contra los elementos, como le pasó a Jacques Roux en el BOC challenge del 1987 (actual Velux 5 océanos) su última comunicación por radio fue “llego pasado mañana. Voy a recoger un poco de enrollador de génova y me voy a dormir un rato” Pero el barco llegó abandonado a las costas, sin ningún desperfecto y vacío. Jacques nunca fue encontrado.

 

En algunas ocasiones el milagro ocurre como le pasó a Olivier Moussy durante una regata en 1979 en la que su velero se hundió y sólo tuvo tiempo de lanzar un mensaje de socorro por la VHF y agarrar una boya con luz de seguridad. Se pasó nadando toda la noche entre vientos de 40 nudos. Un compañero de regata Pierre Follenfantque se encontraba a solo una milla de distancia estuvo toda la noche dando vueltas hasta que lo encontró al ver una chispa de luz en la oscuridad de la noche, y con inmensa alegría para ambos.

Pero la historia no acaba aquí. En 1982 Oliver a su vez, recupera al Australiano Ian Jonson naufrago en su balsa salvavidas, y de forma desgraciada en 1988 Olivier desaparece para siempre arrastrado por una ola en su velero, cuando navegaba cerca de la costa de Sicilia.

Las imprudencias se pagan y no solo se trata de tragedias ocurridas en las peores condiciones meteorológicas. La gente también se cae al agua con buen tiempo, navegando por la noche, mientras hacen sus "necesidades" por la borda por no bajar al baño… 

Incluso es cierto el caso de aquel grupo de amigos que navegaban en velero y decidieron en un mal momento tirarse a nadar sin bajar la escalerilla. Murieron ahogados al no poder subir a bordo (se ha hecho una película sobre tan funesto suceso). 

Prevención del hombre al agua: arneses, cinchas y líneas de vida

Debemos andar con cuidado por la cubierta y especialmente por la noche. Hay que moverse siempre con las piernas bastante flexionadas de tal forma que podamos corregir inmediatamente cualquier movimiento extraño del barco. Hay que moverse con el cuerpo inclinado hacia el centro del barco, para que en caso de caída o resbalón nos vayamos encima de la cubierta y no fuera del barco. 

Debemos coger la costumbre de desplazarnos con una mano siempre cogida a algo del barco sean pasamanos o soportes, pero nunca a los guardamancebos. Andar a cuatro patas es una solución buena cuando el barco se mueve mucho en el mal tiempo. Cuidado con las escotas en tensión con las que es fácil tropezar y las que están sueltas que le harán resbalar.

Por la noche siempre igual que con mal tiempo sea de día o de noche. El arnés de seguridad es fundamental para usted y para todos los miembros de la tripulación. Los arneses tienen unas cinchas anchas (de unos 50 mm) de colores muy visibles, habitualmente de color amarillo y/o rojo. Suelen estar constituidos por unos tirantes y un cinturón ajustables, en algunos casos puede ir con refuerzos frontales o dorsales, muchas veces llevan cosidas tiras reflectantes.

Deben colocarse fácilmente y se deben ajustar perfectamente a cada persona para que trabajen correctamente, no deben quedar sueltos ya que al trabajar en tensión pueden soltarse del torso. Es conveniente que tengan una cincha que pase entre las piernas y que afirme el cinturón.

El arnés tiene un punto de anclaje que bien puede ser un triángulo de acero inoxidable o una cincha como linea de vida integrada, de unas dimensiones de 1,5-2 m. Cuando se emplea el triángulo como punto de anclaje, necesitamos llevar agarrado a él mediante mosquetón, una línea de vida independiente. 

Las mejores líneas de vida para arneses son las dobles provistas de mosquetones, éstas tienen un punto de fijación al arnés y otros dos extremos de fijación; éstos nos permiten agarrarnos a un punto fijo, mientras soltamos el otro extremo y así nos vamos desplazando con seguridad. Entre las líneas de vida encontramos de tipo elásticas y rígidas. El uso del mosquetón no es imprescindible, ya que podemos contar con una gaza.

La línea de vida del arnés de seguridad la debemos amarrar a la línea de vida del barco, al pie de mástil o a enganches en la bañera, para sujetarnos y evitar que caigamos al agua. La cincha que une el arnés al punto seguro no debe ser demasiado larga ya que cuanto más corta menos violento será la caída. En la práctica un metro y medio es suficiente para moverse con seguridad y holgura. Uno de los sitios más peligrosos es trabajar en la vela mayor ya que nos obliga a ir bastante erguidos y por tanto en posición de poco equilibrio. Enganche su arnés a la línea de vida del barco del lado de barlovento.

Además de los arneses individuales, hay otros medios que tienen enganches para agarrarse a puntos firmes. Por ejemplo los chalecos salvavidas de inflado automático y algunas prendas de abrigo náutico. Fíjate en la foto en la que hay ejemplos de ello, tres tripulantes de la derecha llevan arneses con cincha sencilla amarilla, mientras que el de la izquierda lleva chaleco salvavidas con arnés y línea flexible doble.

La línea de vida del barco consiste en una cinta que instalamos sobre cubierta, generalmente va colocada a lo largo de ambos lados de cubierta. Sin ella el uso del arnés carece por completo de sentido. A la hora de elegir nuestra línea de vida, lo primero que debemos hacer es comprobar su compatibilidad con el arnés. Una compatibilidad que deberá establecerse principalmente desde el punto de vista de la resistencia; la cual está determinada por la norma de referencia y por la edad del arnés. Por todo ello, nunca debemos caer en el error de “arreglar” una línea de vida, ni tampoco de ignorar su envejecimiento, puesto que, aunque visualmente resulte imperceptible, lo cierto es que la línea no se comportará como debería.

El anclaje de la línea de vida sólo se debe hacer sobre puntos previstos a este efecto. Estos puntos de anclaje deberán estar colocados a través de la cubierta y montados sobre una placa, debiendo resistir 3 toneladas como mínimo. La línea de vida no debe tener ningún nudo, sus costuras deben ser comprobadas y calibradas. 

A la hora de comprar su línea de vida, tenga en cuenta que aquellas que disponen de cincha tienen la ventaja de no enrollarse bajo los pies. Al igual que todas las fibras, un envejecimiento imperceptible aparece con el tiempo (provocado por la acción del sol, de la sal del agua, las temperaturas extremas…). La correcta colocación de la línea de vida resulta imprescindible para permitir un buen desplazamiento por cubierta.

Procedimiento cuando se produce el Hombre al Agua

Si algún miembro de la tripulación se va al agua, la situación puede pasar de ser grave a ser muy grave dependiendo del estado de la mar y de la velocidad a la que se desplace el barco. Una persona siendo remolcada a 6 nudos por la cincha y su arnés ejerce una fuerza de resistencia brutal que puede incluso hacer muy difícil o casi imposible la respiración para el tripulante en el agua. Por ello debemos detener el velero inmediatamente poniendo proa al viento y  largando todas las escotas.
 
Incluso a sólo 3 nudos la sensación de arrastre es muy fuerte y requiere sujetarse a la cincha para mantener la cabeza fuera de agua. Aquí como en todo, experimentarlo en primera persona es una buena lección y les proponemos en un perfecto día de verano con el agua cálida, ponerse el arnés y ser remolcado un momento por la embarcación auxiliar para conocer lo que se siente… El tirón es muy importante.

Pero cuando el hombre al agua no se encontraba agarrado a ninguna línea de vida, le veremos desaparecer con mucha más rapidez de la que podríamos esperar. Navegando a 6 nudos, el náufrago se alejará de nosotros unos 200 metros cada minuto. Y a 200 metros no es ya nada fácil ver a nadie y mucho menos si tenemos fuerte oleaje. Naturalmente que puede ser usted mismo el que se vaya al agua, por lo que es imperativo que todo el mundo a bordo, y no solo el patrón, sepan como actuar.

  • Gritar “Hombre al agua”,Tirar el aro salvavidas y por la noche la luz de localización, Si el barco viene equipado con plotter pulsar el botón de emergencia MOB (Men Over Board). En caso contrario anotar la hora y minuto de la caída. Apunte el rumbo de navegación para poder regresar por su rumbo contrario
  • No cambiar de rumbo hasta que el velero esté en condiciones de ir a la búsqueda del naufrago. Ojo ya que con Spinaker la maniobra lleva un tiempo
  • Un miembro de la tripulación no le quitará ojo y si es necesario alguien le pasará unos prismáticos para tenerlo siempre a la vista
  • Durante el alejamiento podemos ir lanzando por la borda defensas o cualquier otro objeto flotante para trazar una ruta para el acercamiento
  • Una vez que estemos en condiciones de arrancar el motor y no haya cabos flotando en el agua, haremos la maniobra de acercamiento a motor

Nunca permita

  • Que cunda el pánico y cada cual se ponga a hacer lo que le parezca más oportuno. El patrón debe dar las ordenes claras y concisas
  • Que otro tripulante se tire al agua para socorrerle. Esto hará el problema mucho más complicado, ya que tendrá que buscar a dos tripulantes y contará con uno de menos para ayudar en las maniobras de recuperación
  • Que se nos pierda de vista al náufrago. En el mar no es sencillo localizar una cabeza que se mueve entre las olas. Es sumamente fácil perderla de vista

Las posibilidades de supervivencia descienden rápidamente cuando baja la temperatura del agua. Cuando el cuerpo se enfría a menos de 32 grados centígrados se produce el desmayo y por debajo de 30º la muerte por hipotermia. Con el agua fría a 5 grados el tiempo de supervivencia es de solo 2 ó 3 horas, y a 15 grados de a penas 6 horas.

Por ello en el agua debemos movernos lo menos posible para evitar el enfriamiento del cuerpo. Si lleva ropa puesta no de la quite ya que esta crea una película de agua quieta que le mantendrá a más temperatura que desnudo. Si lleva el chaleco salvavidas, no necesitará mover piernas y brazos para flotar, y en estas condiciones, la posición fetal encogiendo piernas y brazos puede multiplicar por dos el tiempo de supervivencia.

Si al cabo de unos minutos ve que no es posible encontrar al tripulante no dudaremos en solicitar ayuda por radio lanzando un Pan-Pan en el canal 16 de VHF o en la frecuencia de socorro 2182 kHz de su radio BLU.

Indicaremos la urgencia del problema sin olvidar dar nuestras coordenadas, el nombre del barco y la hora y posición del hombre al agua.

Maniobras

Cualquier maniobra será buena si conseguimos con ello recuperar el hombre al agua. Si vamos en ceñida o incluso al través, lo más lógico es hacer una virada aproando el barco momento en el cual dejamos el foque cazado a la contra y metemos la caña al lado contrario para quedarnos inmediatamente derivando haciendo la capa, lo cual además de detener inmediatamente el velero, lo hace derivar hasta la zona de la caída del hombre al agua. Practíquelo.

Con vientos de popa la cosa es mucho más fea, y debemos preparar el barco para la maniobra recogiendo las grandes velas como genakers o spis y metiendo motor para poder alcanzar al naufrago sin demora.

La famosa curva de Boutakov que tanto tienen por costumbre enseñar en las escuelas está bien, pero para cuando vayamos navegando a motor. Para ello viraremos inmediatamente 70º a la banda por la que haya caído el tripulante. Una vez estabilizada la ruta viramos 180º sobre la ruta que hiciéramos inicialmente. Reducimos motor y se supone que debemos llegar a la posición de la caída, siempre que no haya vientos fuertes que nos abatan o corrientes que debamos corregir.

Si no aparece por la proa el tripulante caído debemos empezar a barrer la zona haciendo zig-zags de unos 500 metros de lado. Si previamente hemos tirado objetos flotantes para intentar trazar una ruta de recuperación tenga muy presente que estos han sido empujados por el viento a mucha más velocidad que el náufrago, por lo que debe buscarlo a barlovento de lo que vea flotando.

Pero no todo acaba con la localización del náufrago. A veces subirlo a bordo se convierte en una tarea dantesca en caso de muy mala mar. Nos acercaremos a él dejándolo por sotavento y prestando mucho cuidado en no atropellarlo con nuestra proa. En la maniobra a motor prestaremos mucha atención en meter el punto muerto en cuanto lo tengamos encima. Si tiene fuerzas tiraremos un cabo al que se pueda agarrarse o agarrar su arnés. Recuerde que debe tener el motor en punto muerto so pena de poder enganchar la hélice y multiplicar el problema de forma inmensa. En caso contrario tendremos que agarrarlo desde el barco con bichero, o por otro miembro de la tripulación muy sujeto al barco por varios cabos a su arnés. Una driza en el arnés del naufrago y ayudada por un winche puede ayudar mucho a subirle a bordo. 

Abandono de la embarcación

La desesperación y la angustia pueden llevarnos en una situación de peligro a abandonar nuestra embarcación de forma precipitada y sin adoptar las mínimas precauciones de seguridad.

REGLA DE ORO: solamente se abandonará la embarcación cuando ésta ofrezca menos garantías de protección que cualquier otro medio de supervivencia, y nunca, si ello es posible, sin haber emitido mensaje de socorro y adoptado las medidas básicas preparatorias del abandono.

Preparación para el abandono

  • Emisión de mensaje de socorro, según el procedimiento radiotelefónico. Activación de la radiobaliza
  • Detener el barco ( si se lanzara la balsa al agua, ésta podría perderse)
  • Alistar balsas, aros, chalecos y cuanto material vaya a ser evacuado, INCLUYENDO LA RADIOBALIZA que hay que llevarse en la balsa
  • Abrigarse bien. Reemplazar el calzado pesado por otro más ligero
  • Ajustarse correctamente el chaleco
  • Embarcar directamente, si es posible, en la balsa. Tras embarcar todo el material y comprobar que está toda la tripulación, cortar la retenida que nos sujeta a la embarcación si la embarcación se hunde
  • Si hay que saltar al agua, hacerlo de pie, sujetado el chaleco, tapándose nariz y boca
  • Distribuir pastillas contra el mareo. Afirmar todo el material. Achicar y secar el interior de la balsa
  • Organizar turnos de guardia
  • Largar el ancla flotante
  • Si un miembro de la tripulación queda a la deriva y alejado de la balsa:
    • Si la balsa tiene remos, acudir tras recoger el ancla flotante
    • Arrojarle un cabo flotante rematado por una boya
    • Si está alejado de la embarcación, enviar a alguien en su busca, adoptando las siguientes precauciones:
      • Debe quedar amarrado a la balsa por un cabo
      • Debe nadar a sotavento de la balsa, y si es posible, equipado con un traje de neopreno o supervivencia

Contenido de una mochila individual de supervivencia

Una pequeña mochila o un bidón estanco, poco cargado, puede llegar a ser nuestro instrumento más útil en caso de abandono de un buque. El contenido debe ser básico:

  • Material de primeros auxilios
  • Muda de ropa
  • Cuchillo de bolsillo de acero inoxidable
  • Botella de agua
  • Alimentos
  • Linterna y pilas
  • Cordeles y cabos de diferentes longitudes
  • Bolsas de basura de diferentes tamaños
  • VHF portatil y pila de repuesto
  • material pirotécnico

Remolque de la embarcación 

Hay algunos problemas en la embarcación que pueden acabar con la necesidad de que ésta sea remolcada, bien por Salvamento Marítimo, bien por alguna embarcación de club o puerto o bien por algún otro navegante.

Si perdemos el timón y el gobierno del barco, bien por problemas en la pala, en su accionamiento o en la rueda, al llevar un barco de vela podemos actuar para acercarnos a puerto donde, si es necesario tomaríamos el remolque, o nos acercaríamos a una zona de espera de fácil atraque.

El caso más sencillo de solución con este problema es el que queda resuelto tras montar el timón de fortuna en el eje del timón.

En otros casos, puede necesitarse montar un sistema de cabos sujetando la pala para accionarla por babor y estribor y así maniobrar. Como se ve en el ejemplo de la foto de la izquierda.

Hay que recordar que un velero puede maniobrar actuando sobre la tensión de la contra de botavara, de forma que podamos orzar o arribar, cazando o lascando la contra.

En otros casos podemos tener problemas de motor o haber perdido la hélice, por lo que carecemos de propulsión a motor. En ese caso nos debemos acercar a puerto a vela para que nos remolquen o si nos autorizan entrar a vela hasta zona de atraque fácil. Hay que recordar que en general está prohibida la entrada a vela en los puertos.

Vamos a recordar los puntos que indica Salvamento Marítimo en su web

  • En el momento que constate que no va a poder solucionar la avería por sus propios medios, solicite asistencia. No demore la llamada pues la deriva hacia la costa o un empeoramiento del tiempo pueden complicar la operación
  • Mientras llega la embarcación de rescate manténgase a la escucha en el canal VHF que Salvamento Marítimo le haya indicado. Si su embarcación deriva hacia costa tenga preparado el equipo de fondeo
  • Para hacer firme el remolque vaya a proa provisto de chaleco, calzado antideslizante, guantes y, si es de noche, de una linterna
  • Por norma general el cabo de remolque lo suministrará la lancha de salvamento. Salvo que las condiciones meteorológicas sean muy favorables, no le tenderán el cabo de remolque directamente, sino que primero lanzarán una sisga. A la sisga se le anuda el cabo de remolque
  • El cabo de remolque suele terminar en una bifurcación conocida como pie de gallo, que permite amarrar el cabo a cada amura, repartiendo el esfuerzo
  • En caso de disponer de balcón, el cabo de remolque debe ir por debajo del mismo, de lo contrario, al comenzar a tirar el remolcador, el balcón puede resultar seriamente dañado
  • Una vez haya hecho firme el cabo de remolque, regrese a popa y ponga el timón a la vía. Durante toda la operación de remolque siga las instrucciones que le dicte el patrón de la lancha de salvamento
  • En las inmediaciones del puerto la lancha de salvamento acortará el remolque y se abarloará a su embarcación para llevarle al atraque
  • Recuerde: la gran mayoría de los remolques se evitarían con un mantenimiento adecuado del motor. Antes de salir a la mar calcule qué combustible va a necesitar para la travesía. Asimismo compruebe los niveles de aceite y agua de refrigeración. Fugas y ruidos anómalos pueden ser síntoma de averías. ¡Cuidar el motor es invertir en seguridad!

 
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