SICILIA. ISLAS EOLIAS 2012

Sábado 23 de junio de 2012

Silvia, Emilia y Jose llegamos el día 20 a Sicilia. Habíamos recorrido Palermo, Corfú, Catanía, el volcán Etna y Taormina con un coche de alquiler.

El sábado 23 nos dirigimos hacia el norte de la isla para juntarnos en Marina Portorosa (Furnari) con el resto de la tripulación que estaban por Palermo, que comandados por Israel, hacíamos un total de once tripulantes.

Localizar la entrada a la Marina y el punto de entrega de Europcar no fue tarea fácil ni con la ayuda del navegador que llevaba en el móvil. Además le habíamos puesto una hora de entrega del coche demasiado temprana, a las 11h.

Una vez en la marina y devuelto el coche, esperamos a que llegara el resto de la tripulación. Pasamos el chequeo del barco y recibimos las provisiones que se habían encargado al supermercado a través de la empresa de alquiler. Estibamos el material en el barco y a cenar.

La agencia de alquiler era Sunsicily Yach Charter y el barco alquilado un Beneteau Cyclades 50.5, el Senza Segreti. Sus características eran:

Año 2007
Eslora 15.65 m
Manga 4.90 m
Desplazamiento 13760 kg
Capacidad Agua 1000 l
Cabinas 5+1
Plazas 10+2
Baños 3
Motor 100 HP Yanmar
Carburante Diesel
Capacidad Combustible 400 l

Marina de Portorosa 

El barco estaba amarrado en la esquina opuesta de las oficinas, junto al hotel Blu, y se echaban unos veinte minutos andando por la vía de circunvalación ya que en la marina hay residencias, bordeando las zonas de canales con los atraques, que impiden los accesos más cortos. La Marina, que pasa por ser una de las más grandes de Italia, tiene como punto positivo que puedes tener la residencia junto al barco, pero para poderte mover a las oficinas o a por suministros necesitas vehículo. Hay que tener también cuidado con los horarios que no son tan amplios como en España

Una vez repasadas las provisiones comprobamos que faltaban cosas del pedido y había cantidades inferiores a las pedidas, por lo que anotamos las carencias para cuando hiciéramos tierra, poder reaprovisionarnos.

El destino que se había trazado era recorrer las Islas Eólias, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde el 2000, formado por un conjunto de islas volcánicas al norte de Sicilia.

Domingo 24. Marina Portorosa - Vulcano - Lípari

Sobre las 11:00 h zarpamos de Marina Portorrosa. Rumbo 340º y a una distancia de 16 millas náuticas se encuentra la primera de las Islas Eólias, VulcanoSegún la mitología el dios del fuego Vulcano tenía aquí su fragua y dió su nombre a la denominación de los volcanes.

Nos dirigimos directamente a la cala de Gelso a donde llegamos sobre las 14:30. Allí, tras echar el ancha, nos dimos un baño y comimos. La playa, conocida como la Spiaggia dell’Asino tenía fina arena negra y tumbonas con sombrillas para los bañistas.

Sobre las 17:00 levamos ancla y por el lado de levante de la isla la fuimos recorriendo lentamente hacia el norte. A unas 5 millas se encuentra el puerto de Levante de Vulcano situado en una amplia ensenada.

El olor penetrante del azufre nos dió la bienvenida como a todos los que allí llegan por primera vez. Fondeamos en la zona del fondeadero para embarcaciones de recreo sobre las 17:30.

Al mirar al sur se apreciaba muy bien el cráter del volcán Vulcano, situado a una altura inferior a los 400 m. Su actividad es constante y echa un poco de humo para hacerse notar.

Desde el fondeo se ven muy bien las playas, con gente bañándose y paseando, y el otro puerto, el de poniente, situado al otro lado de la isla. También podía verse con los prismáticos a la gente en la zona del volcán.

Además de sus playas de aguas tibias (incluso en invierno) calentadas por las fumarolas, otro de los puntos recurrentes de Vulcano son los baños terapeúticos de lodo caliente  (fanghi) en el farallón de Levante, en las cercanías del desembarcadero, donde los turistas se cubren hasta el cuello mientras se tuestan al sol. Sólo la experiencia merece la pena, pero ya advertimos que pese ducharse, el olor de azufre no se desprende en unos días y cala hondo en el bañador, toalla y ropa. Sus cualidades terapéuticas parecen no tener discusión, y genera cierta gracia el revestir el cuerpo del fango mientras el lodo burbujea cosquilleando nuestro cuerpo.

Levantamos el fondeo sobre las 19:00 y fuimos navegando hacia el norte pasando inmediatamente hacia Isla de Lípari. Entre ambas islas, separadas tan solo por media milla, se podía ver en el otro lado, los Faraglioni di Liari, conocidos como Pietra Lunga y Pietra Menalda que se erigen como dedos que salen del mar dirigidos hacia el cielo. Los dejamos para verlos cuando volviéramos por el lado de poniente de las islas.

Seguimos nuestra singladura y un poco más al norte, a unas tres millas, llegamos a la población de Lipari.

Lipari es la mayor isla y el principal puerto del archipiélago, así como la más poblada con 10.000 habitantes, de los que 4.400 residen en su capital homónima. Ofrece al viajero que llega en barco, la visión de su acrópolis amurallada, presidida por la catedral, con una ensenada a cada lado: Marina Corta al sur y Marina Lunga (Larga) al norte. Sobre el mismo promontorio que divide las dos Marinas el recinto amurallado contiene también la catedral y el castillo. De la primigenia catedral normanda de Lípari poco queda tras la destrucción que provocó el ataque de Barbarroja y la posterior reconstrucción, por los españoles, a finales del siglo XVI. 

Al sur del castillo, en la ensenada de Marina Corta, se veía el puerto, muy pequeño y típico del Mediterráneo, con pantalanes de hormigón y con tránsito de turistas, barquitas de pesca y taxis acuáticos. Conserva el enclave portuario casi intacto, con casas bajas de marineros de principios de siglo XX. No lo visitamos pero su estampa era muy bonita.

Al norte del castillo y pegado a él había una zona amplia con pantalán de hormigón para barcos de pasajeros, ferris y barcos de mercancías pequeños. Un poco más adelante se veían yates y veleros en otros pantalanes pegados a la costa.

Dimos una vuelta por la zona y tras unos momentos de dudas de si íbamos a buscar una cala u otra marina que había en el norte de la ensenada, la marina de Pignataro, decidimos volver y acercarnos más a la costa, hasta que vimos los pantalanes móviles que hay en centro de Marina Lunga. Allí había gente que nos hacía señas para acercarnos a atracar.

Atracamos el barco tranquilamente y desembarcamos para poder darnos un paseo por la ciudad. Los pantalanes están sujetos a la playa en el mismo paseo en una instalación muy para turístas en tránsito. Pagamos la estancia y cruzamos la calle para refrescarnos con unas cervezas en un bar con mesas, en la calle, donde nos atendió muy bien la dueña. Luego nos dimos un paseo por la ciudad en la que cenamos.

Lunes 25 . Lípari- Vulcano- Panarea

Sobre las 10:30 zarpamos de Marina Lunga, con dirección sur, queríamos pasar un rato bañándonos en el Puerto de Levante de Vulcano otra vez. Pasamos por delante de la acrópolis y bajamos hasta la isla de Vulcano.

Allí en Vulcano, fondeamos y nos estuvimos bañando y comimos. Algunos bajaron a tierra nadando.

Levantamos el fondeo para dirigirnos otra vez hacia el norte dejando por babor la isla de Lípari.

Sobre las 18:00 llegamos al sur de la Isla de Panarea, a la cala Milazzese, tras 14 millas de travesía. Allí hay que tener cuidado en la Cala del Junco y en la Milazzese por la presencia de piedras sumergidas y bajos. Había unos cuantos veleros fondeados y el mar estaba tranquilo.

Bajamos a tierra con la auxiliar al Restaurante Zimmari, que tenía un aspecto muy ibicenco, donde nos tomamos una copichuelas. En la playa vimos que había inscripciones de una ruta hacia el antiguo poblado prehistórico del siglo XIV a.C. Este poblado parece que conserva la planta de 23 cabañas la mayoría ovaladas y pavimentadas con piedra, dada la hora no pudimos ir a visitarlo.

Martes 26. Panarea - Islotes - Islote Basiluzzo - I. Estrómboli

Sobre las 10:20 levantamos el fondeo en Cala Milazzese y fuimos contorneando por la cara de poniente y en el sentido horario la isla Panarea.

De camino nos dedicamos al baño al curricán, para lo cual se necesita un cabo robusto, con gazas para que "el cebo", es decir el tripulante-bañista, pase su mano y se sujete al cabo. El patrón pone una velocidad de 1 o 2 nudos y "¡hala a tragar agua!".

Panarea es en sí, un pequeño archipiélago de islotes como Basiluzzo, Spinazzolla, Panarelli, Lisca Blanca, Lisca Nera, Bottaro y el grupo de escollos de las Formiche. Con mucha probabilidad todas ellas formaban parte de una sola isla que se fracturó tras las continuas erupciones volcánicas, conformando un perfil costero abrupto y singular.

La cima más alta de Panarea se llama Pizzo del Corvo, y desciende gradualmente hacia el oriente con terrazas cultivadas con trigo y olivos, mientras que el lado occidental de la isla es inhóspito y deshabitado.

La población de Panarea se concentra en tres puntos, San Prieto, embarcadero donde llegan los barcos de pasajeros de línea regular, Ditella al nordeste y Drauto al sudeste. La zona oeste de la isla está deshabitada y ni siquiera existe un sendero de circunvalación.

Cuando llegamos otra vez cerca de la cala donde habíamos pasado la noche y a la vista de los escollos Formiche, pusimos rumbo 60º para dar resguardo a estos pedruscos que velan en el agua, dejándolos por el sur. Una vez dejados, pusimos rumbo E para pasar por el sur de los otros islotes más importantes DattiloLisca NeraBottaroLisca Blanca. Superada esta última pusimos rumbo norte.

Toda esta zona está plagada de bajos por lo que es muy recomendable pasarlos de día y llevar buenas cartas.

Una vez llegamos al sur del islote de Basiluzzo, lo fuimos rodeando en sentido horario, viendo los imponentes acantilados y caprichos de las rocas volcánicas, que conforman unos paisajes muy bonitos. 

En el oeste del islote se encuentra la Spinazzola, que es un escollo de elevada altura. Bordeamos este hasta pasar a la parte norte de Basiluzzo, donde buscamos un sitio donde echar el ancla para bañarnos y comer a las 13:10.

Sobre las 15:00 levantamos el fondeo y nos fuimos rumbo 040º a 8,5 millas estaba la isla de Estrómboli. Destacaba en el horizonte con su volcán siempre humeante.

El volcán Stromboli se eleva 924 m sobre el nivel del mar, pero tiene en realidad una altitud de 2.000 m sobre el piso oceánico. Hay tres cráteres activos en la cumbre.La última erupción violenta se produjo en 1930 y desde entonces está en permanente vigilancia. La última erupción empezó el 28 de febrero de 2007.

De sus tres cráteres activos salieron los personajes de Julio Verne en Viaje al Centro de la Tierra. Y fue aquí, en Stromboli donde se consolido el amor entre Ingrid Bergman y el director Roberto Rosellini durante el rodaje de la película que lleva el nombre de la isla.

Al llegar al sur de la isla pusimos rumbo a la zona de levante de la isla para circunvalarla en sentido antihorario. Pasamos por delante del puerto para pasajeros y mercancías situado al sur de la población de Stromboli o San Vincenzzo. Las casas, todas bajas, se desaparramaban por las laderas del volcán hasta el mar en donde había playas. Destacaba la cúpula de la iglesia de San Vincenzzo.

Pasamos por la zona de fondeo de veleros y llegamos al Strombolicchio, un peñon cilíndrico de 50 metros de altura que surge del mar a 1km de Stromboli. A través de una empinada escalera excavada en la roca se asciende a una explanada donde un faro alimentado de paneles solares guía a los barcos en la noche. Desgraciadamente las autoridades han vetado su visita.

Le dimos una vuelta al Stromboliccio para verlo y luego pusimos rumbo al norte de la isla.

Una característica geológica propia del volcán de Stromboli es la Sciara del Fuoco, una gran depresión en forma de canal, generado en los últimos 13.000 años por varios colapsos en la cara noroeste del cono. Por sus márgenes solidificados, como si de un río se tratase, descienden hasta el mar los bloques de lava y fuego después de cada explosión. 

Las explosiones de fuego y lava se repiten rítmicamente cada 20 minutos, y como prólogo a cada erupción se oye un potente rugido, el suelo tiembla y finalmente surgen los fogonazos.

En la carta náutica se puede ver que hay una zona de protección, de 0,2 millas náuticas, para evitar que la gente se aproxime demasiado por el mar. Allí nos dimos un baño, al pie de la Sciara. Se notaban corrientes de aguas calientes entre otras más frías. Cuando el volcán pegó un petardazo y cayeron piedras por la zona, salimos a escape del agua.

Seguimos recorriendo la isla en sentido antihorario hasta llegar de nuevo a la zona de la población. Pasamos de largo e hicimos planes de volver al Stromboliccio a bañarnos y hacer fotos de la puesta del sol. 

Allí estuvimos un rato dejando que el sol se pusiera, haciendo fotos con la vistas tan bonitas que había.

El mar estaba en calma como un plato, e Isra nos deleitó con sus saltos desde la cubierta pasando por encima de los candeleros y con la "liana" de una driza. Juan Carlos también nos hizo reír un rato con el uso que le dio a la plancha de desembarco a los pantalanes.

Cuando ya se hizo de noche vimos que partían barquitas con turistas y otros veleros hacia la Sciara del Fuoco para ver el espectáculo.

De noche es espectacular ver y oir las erupciones rodeados de muchos barcos que se acercan hasta allí.

Miércoles 27. Estrómboli

Este día lo dedicamos entero en esta isla. Movimos el barco del fondeo a un punto más cercano a tierra. Había una ligera corriente en la zona de fondeo, paralela a costa, por lo que dejamos un cabo para los bañistas por si acaso.

Domingo y J. Carlos bajaron en la auxiliar a tierra. La auxiliar tenía el motor hecho mixtos y se paraba continuamente, era necesario manejar los remos auxiliares y controlar la corriente.

Luego a las 13 h bajamos el resto en la auxiliar hasta la playa. Allí cogimos una calle que subía hasta la iglesia de San Vincenzo. En la zona se contactó con las oficinas locales de guías para hacer la ascensión al volcán.

Las condiciones para poder hacer el ascenso eran claras: se subían en grupos, cada grupo con un guía profesional, sólo podía subir gente con preparación física que no alterara el ritmo del grupo, había que subir con casco, linterna, calzado adecuado para montaña (no valían zapatillas deportivas, ni de barco ni de nada similar), se necesitaban linternas, litro y medio de agua por persona, y mochila (ni bolsos ni nada colgado que no fueran mochilas). Se salía al anochecer (sobre las 18 h) y la ascensión duraría unas tres horas y pico para bajar sobre las 24 h. Por supuesto, todo se podía alquilar allí.

Comimos en un bar enfrente de la iglesia, que tenía un bar con terraza en situación privilegiada, a un lado el mar y la zona de fondeo y al otro el volcán. Tras un rato de espera y paseos llegó la hora de subida para los "montañeros": Emilia, Silvia, Pilar, Isra y Joan partieron para arriba.

Los demás esperamos mientras, unos para un sitio otros para otro. Algunos nos fuimos a dar un paseo por la población y luego a un hotel en la playa para ver el fútbol que ese día había de la Eurocopa España-Portugal. Hay que tener en cuenta que por la noche en ese pueblo no hay luz en las calles y éstas están totalmente encajonadas, de forma que no tienes ni pajolera idea de por donde vas ni ves nada, hay que conseguir salir a la carreterita para poder volver salir hacia la iglesia.   

En la plaza de la iglesia había bastante ambiente, sobre todo cuando empezaron a llegar grupos de excursionistas y jóvenes  entre ellos un grupo de españoles que estaban haciendo excavaciones por allí.

Una vez reagrupados todos, bajamos otra vez a la zona de fondeo para volver al barco.

Jueves 28, Stromboli - I. Salinina - I. Lípari - I. Vulcano - Marina Portorosa

Sobre las 09:30 dejamos el fondeo. Rodeamos Stromboli por el norte para navegar a rumbo 235º durante 24 millas hasta llegar a la isla Salina.

Esta isla tiene unos 27 kilómetros cuadrados y los griegos la denominaron Didyeme (gemela) debido a los dos volcanes inactivos que se enfrentan en los extremos de la isla, Fossa delle Felci (con 962 m es el punto más alto de las Eolias) y Monte dei Porri, que se ven separados por el Valle de Valldichiesa. Su nombre actual proviene de las antiguas minas de sal de Lingua que están en una laguna.

Llegamos a una pequeña población, Malfa, situada en el norte de la isla, allí había un pequeño puerto (Scalo Galera). Cogimos rumbo oeste para bordear la isla en sentido antihorario por el norte.

Enseguida vimos el arco natural sobre el mar de la Punta del Perciato. Doblamos a las 14:00 h hacia el sur para entrar en la cala de Pollara. Esta cala es un fondeadero tranquilo en el que destaca un gran peñasco en el mar. En tierra se ven casitas de la población y en la costa unas casas en la roca para guardar las barcas de pesca. En estos parajes se rodó la película El Cartero y Pablo Neruda.

Allí comimos y nos dimos unos baños.

Salimos del fondeo y recorrimos lentamente la costa hasta llegar en seguida a la Isla de Lípari, que está tan solo a 2,5 millas de I. Salina. Seguimos bordeando ésta isla por el lado de poniente. Hay que tener cuidado con los bajos por algunos sitios señalados en la carta.

En cala Fico había dos farallones muy juntos y Laura se dio un baño entre ellos y recibió la vista de una medusa. La verdad es que en todos los sitios donde nos bañamos había medusas pequeñas y había que estar atento, en muchos casos las arrastraban las corrientes y ni las veías venir. En Stromboli José también se llevó un recuerdo.

Seguimos bajando hacia el sur por la costa occidental de Lípari hasta llegar a los Faraglioni.

Cruzamos hacia Isla Vulcano, donde se veía el puerto de Poniente de la isla. Recorrimos la costa de poniente de Vulcano, hasta que la dejamos para cruzar hasta la Marina Portorosa, donde acabamos la singladura a las 23 horas.

Allí nos dimos un homenaje en la terraza de la marina donde fuimos convenientemente sableados por la población local, como güiris foráneos que éramos. 

Pasamos la noche en el barco y por la mañana cada uno a diferentes horas, partió hacia sus destinos con los coches de alquiler.  

Descargas 

Las derrotas seguidas se grabaron con un Samsung Galaxy II, con sistema operativo Android y provisto de la aplicación Navionics Marine: Europa con cartografía del Mediterráneo. Se exportó el archivo con las derrotas seguidas a Google Earth y de este a archivo GPX para OpenCPN

Archivos de derrotas en OpenCPN 

Sicilia Junio 2012.gpx Sicilia Junio 2012.gpx
Tamaño: 214,058 Kb
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Archivo de derrotas para Google Earth 

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